Saga: Crónicas lunares
Titulo: Cinder
Autor: Marissa Meyer
Sinopsis oficial:
Bienvenidos
a Nueva Pekín, metrópoli central de un mundo futuro donde los humanos, ciborgs
y androides coexisten en precaria convivencia, amenazados todos por una extraña
y caprichosa plaga mortal para la que los científicos no encuentran cura.
Esa es la ciudad en la que vive Linh Cinder o,
simplemente, Cinder, una ciborg que, por serlo, es odiada y despreciada por
todos, y sobre todos, por Adri, su madrastra, cuyo amor y respeto jamás ha
tenido a pesar de que gracias al trabajo de Cinder ella y sus dos hijas, Pearl
y Peony, pueden salir adelante y aparentar más de lo que son. Aunque no todo
son malas noticias: Peony es su mejor amiga. Su mejor amiga humana.
Sabe que no lo logrará, pero no deja de alimentar
la esperanza, que sabe vana de ganarse el favor de su familia y de ir, ¿Por qué
no?, al baile real que cada año se celebra en Palacio. Pero es el cuento de
nunca acabar porque Adri, que no deja de prometerle lo mejor cuando acabe lo
que sea que tiene que hacer, siempre le tiene guardada una tarea nueva, que
arregle el levitador o cualquier otro cachivache.
Porque Cinder es la mejor mecánica de Nueva Pekín,
y tan grande es su fama que el mismísimo Príncipe Kaito, heredero de la
Comunidad Oriental, ha acudido a su cuchitril en el mercado para confiarle el
arreglo de su androide. “Contiene información confidencial y es una cuestión de
seguridad nacional que la recupere…antes de que lo haga otra persona”, le
explica.
Vale, Cinder es una ciborg pero no es de piedra, y
ese príncipe se demuestra capaz de alterar todos sus circuitos. Pero se cierne
sobre ella, sobre todos ellos, una amenaza más grave que el enamoramiento: la
de una fuerza procedente del espacio exterior que aguarda el momento adecuado
para atacar la tierra.
En opinión de la resucitadora:
En cuanto leí la sinopsis del libro y lo hojee supe
que era una de las lecturas que tarde o temprano pasaría por mis manos, debo
admitirlo, antes de comenzarlo a leer tenía mis dudas, debido a que sería el
primer libro con una temática propuesta en una ámbito futurista, por lo que no
sabía a ciencia cierta que esperar.
Pero en cuanto comencé a leerlo me di cuenta que no
había mayor problema con seguir la narración, algunas pausas para corroborar
sobre algunos artefactos y ciertas cosillas que no se me hacían conocidas, pero
fuera de allí, la lectura es como un claro espejo que permite una imagen clara
de todo el ambiente y el contexto de la comunidad oriental.
La tierra ha pasado por muchas cosas, entre ellas
la tercera guerra mundial, el mundo ya no esta solo, sino que la luna es
un lugar donde habitan personas, quienes originalmente eran humanos y con el
tiempo fueron alejándose de su conexión con la tierra para fundar su propia
raza, los lunares, quienes han desarrollado la capacidad de controlar la
bioelectricidad de los seres vivos. Un poder que resulta bastante peligroso y
digno de tener desconfianza.
En cuando a Cinder, parece una ciborg común y
corriente con un excelente conocimiento de la mayoría de las maquinas. Un
accidente a los once años en donde sus padres perdieron la vida hizo que fuera
sometida a una operación y convertida en ciborg, no completamente humana, pero
tampoco completamente robot. Ella ha vivido con desprecio por parte de la
mayoría de su familia adoptiva, excepto por su hermana pequeña Peony y una
androide con chip de personalidad defectuoso llamado Iko.
Aparentemente la vida de Cinder es tranquila
excepto por un hecho que sacude al planeta entero: la peste. Una plaga que se
origino en Africa y que ahora se extiende por todo el mundo, matando a
cualquiera que tenga el des infortunio de contraerla. Las cosas comienzan
a cambiar para Cinder en cuanto Kaito, el guapo príncipe heredero de la
comunidad oriental se presenta a su taller con una androide que debe de
reparar.
Poco a poco, cinder comienza a verse envuelta en
algo más grande que una simple avería. Y no es solo el hecho de que ella no es
inmune al encanto del príncipe, o que este desconoce sus extremidades mecánicas
y no evita el contacto de la chica.
Pronto la vida de la comunidad oriental y del resto
del mundo se verá drásticamente cambiada por la aparición de una extraña y
bella mujer que tiene un pasado que se enlaza con la vida de Cinder: la reina
Levana, gobernante de Luna.
En
esta primera entrega, con tintes del clásico cuento de Cenicienta ambientado en
un mundo futurista es sin duda una interesante mezcla que da como resultado un
libro que tiene un poco de todo. Desde un romance juvenil, hasta el desembrollo
de un misterio que poco a poco da pistas que ayudan a suponer posibles
hipótesis.
Relajada por momentos y de tensión en otros, poco a
poco Cinder permite que el lector tenga momentos de tipo montaña rusa, con sus
subidas y bajadas que tienen como desenlace- al menos en esta primer entrega-
el principio de toda una gran historia.
El
climax y final no son para nada decepcionante, sino que te dejan con dos
emociones que esperas experimentar en la siguiente entrega.
Durante
el climax sentirás que quieres hacer
una expresión algo así:
Y cuando concluyas el libro
lo único que podrás hacer sera algo como esto:
Se despide, su resucitadora Dulce quimera
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