domingo, 5 de julio de 2015

El soundtrack de un inadaptado: Las ventajas de ser invisible















Es bastante extraño que el escritor de una novela sea el mismo que realice el guion y, además, dirija la película de su propio libro. Eso es, quizá, lo más extraordinario de la película A perks of being a wallflowers, traducida en México y Argentina como Las ventajas de ser invisible. Una novela que, posteriormente llevada a la pantalla grande, habla acerca de las problemáticas durante la adolescencia. Nada que no se haya leído, visto, escuchado, fuera dicho en algún platica de cotilleo o, más importante incluso, vivido.  Lo renovador de cada película de este tipo es la ambientación. En este filme algo para disfrutar es la música de fondo.

Como fiel enamorada de las películas para adolescentes me he vuelto más perspicaz y por ello selectiva a la hora de mirarlas. Sin embargo debo recordarles que soy generación pottérica, entonces ver a Emma Watson actuar en una cinta casi puede asegurar que le dé un pulgar arriba. Aunque en esta ocasión no voy a adular a Em; tampoco voy a hablar de la maravillosa actuación de Ezra Miller; mucho menos les diré nada acerca de lo guapo que Logan Lerman se ve siendo un introvertido estudiante preparatoriano. Mejor hablemos del soundtrack elegido para musicalizar la historia.


Pero, primero lo primero…




El filme inspirado en la novela estadounidense homónima, se estrenó en 2012 y tiene por protagonistas a Logan Lerman como Charlie, Ezra Miller como Patrick y Emma Watson como Sam. La historia se desarrolla en los suburbios de Pittsburgh a principios de los años noventa. El protagonista, Charlie, es un introvertido estudiante de preparatoria, el típico inadaptado que observa desde la distancia para evitar estar expuesto a las burlas y abusos de los demás adolescentes.

Al parecer Charlie sólo es capaz hacerse amigo de su profesor de literatura el Sr. Anderson (Paul Rudd) quien lo orienta en su interés por la lectura. Sin embargo, e inesperadamente, Patrick y Sam llegan,  como  en una inesperada jugada en un partido de fútbol americano, y de pronto su vida parecer ir con el marcador a su favor.  Pero este maravilloso acontecimiento no logra combatir los demonios internos de Charlie, pues él guarda un secreto hasta para sí mismo.

Si gustas leer una maravillosa reseña y crítica de la historia de la película te recomiendo el post escrito por Luciano Sivori en su blog Viajar leyendo. Advierto que contiene spoiler, pero vale la pena leer: Una explicación de Las ventajas de ser invisible.






El score está compuesto por 39 temas elegidas por el director que pretenden ambientar los años 90’s con una fuerte nostalgia por la década de los 80’s. Se ha descrito a Las ventajas de ser invisible como una historia “en busca de la canción perfecta”, y lo es,  pues quién puede resistirse a la voz de David Bowie cantando “Heroes”, la cual es el tema central de la película. 

En el listado de tracks figuran desde The Smiths, David Bowie −obviamente−, Morrissey, Joey Ramone, New Order, hasta –e inesperadamente− Stephen Chbosky, Imagine Dragons, Cocteau Twins,  Craker, Galaxy 500, XTC, entre muchos otros. Al parecer Chbosky no sólo quería estar presente en cada aspecto de la película, sino que también es fan de Morrissey (cantante de The Smiths). Chequen la lista completa del soundtrack.

La selección de cada tema es bastante ecléctica. Durante el filme se pueden escuchar a bandas conocidas con canciones poco conocidas; canciones muy conocidas en covers; y otras que son fácilmente identificables. Cada una está compenetrada con la escena, Chbosky nos permite escuchar una parte de la canción y luego hace la transición a un segundo plano.

La película puede llegar a parecer pretensiosa: Patrick y Sam son selectivos con la música que escuchan, buscan lo menos comercial, aquello que no está de moda –al menos no a principios de los 90´s−, que no se escucha tan fácilmente en la radio. Por eso, para más fácil, los pondría como unos hipsters noventeros. Ejemplo de ello es la conversación que Sam y Patrick mantienen en el baile de bienvenida a la preparatoria
−Oh por Dios, están poniendo buena música− Comenta Sam.
−Mierda, mierda, mierda.Están poniendo buena música− Contesta Patrick.
−Rutina de salón.
−Rutina de salón.
Y entonces van al centro de la pista a bailar “Come On Eileen” de los Dexys Midnight Runners; una canción y un grupo que quizá no te suenen conocidos, pero que cuando escuches vaya que vas a ubicar.


Las traumáticas y difíciles experiencias que ha vivido Charlie reflejados en sus tendencias a la depresión, el aislamiento y el suicidio se musicalizan con Asleep de la banda de Manchester, Inglaterra, The Smiths; cuya letra trata de una persona que quiere morirse con la esperanza de que exista otro mundo donde sea más feliz, sentimiento que en el nudo de la película el propio protagonista va a sentir.
La cereza del pastel de este soundtrack es, por supuesto, “Heroes” de David Bowie. La canción buscada por Charlie para obsequiarla a Sam en un cassette. Una canción digna de ser dedicada a la chica de tus sueños al final de la adolescencia de dos (o tres) inadaptados, donde el lema es: “Yo seré el rey y tú serás la reina. Aunque nada les alejará, podemos ser héroes sólo por un día. Podemos ser nosotros mismos, sólo por un día.”

La canción cobra más sentido después de escuchar la última carta que Charlie le escribe al amigo de alguien, sí aquella que dice que “somos infinitos”. Entonces vemos a Logan Lerman cruzar el puente de la misma manera que Sam lo hace, estirar los brazos y por fin disfrutar de su vida, sin secretos, con miedos, pero con amigos y una novia que lo ama.

Espero disfruten del soundtrack:




Travesura realizada: Marauder Witch.




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